RAFAELA (Relato de Carmen).
…Entre el calor y el polvo del camino, una luz intensa. Podría haber sido cualquier ciudad la que nos esperaba…
Entre las calles ruidosas y el tráfico desordenado de personas y coches, se abrió ante nosotros una inmensa paleta de colores que explosionaba una y otra vez allá donde nuestros ojos fijaran la mirada.
Al bajarme del microbús, nada mas llegar, se acercó a mí una niña, Rafaela. ¡Hola amiga!, extendió sus manos hacia mí, ofreciéndome múltiples objetos artesanos
¡Cómpreme algo amiga! La esquivé como pude, mientras nos adentrábamos en las calles del mercado, en un viaje dentro de nuestro viaje. Como si hubiésemos traspasado un espejo que nos llevara a otro mundo en otro tiempo.
¡Cómpreme algo amiga!
Cruzaba las calles, recorría uno y otro puesto y entre los muchos niños que salían a mi encuentro allí seguía Rafaela, ¡Cómpreme algo amiga!
El recorrido por las calles de Chichicastenango duró varias horas. Me quedé impregnada de una cultura tan distinta a la mía…El colorido, los olores intensos del mercado, los puestos callejeros de comida y un olor final a incienso que purificaba todo de forma ceremoniosa.
Nos marchábamos, los ojos de Rafaela tras los cristales: ¡Amiga lléveme con usted a España, no quiero vivir aquí, no tengo madre ni padre!
FRASES de Carmiña
…Entre el calor y el polvo del camino, una luz intensa. Podría haber sido cualquier ciudad la que nos esperaba…
Entre las calles ruidosas y el tráfico desordenado de personas y coches, se abrió ante nosotros una inmensa paleta de colores que explosionaba una y otra vez allá donde nuestros ojos fijaran la mirada.
Al bajarme del microbús, nada mas llegar, se acercó a mí una niña, Rafaela. ¡Hola amiga!, extendió sus manos hacia mí, ofreciéndome múltiples objetos artesanos
¡Cómpreme algo amiga! La esquivé como pude, mientras nos adentrábamos en las calles del mercado, en un viaje dentro de nuestro viaje. Como si hubiésemos traspasado un espejo que nos llevara a otro mundo en otro tiempo.
¡Cómpreme algo amiga!
Cruzaba las calles, recorría uno y otro puesto y entre los muchos niños que salían a mi encuentro allí seguía Rafaela, ¡Cómpreme algo amiga!
El recorrido por las calles de Chichicastenango duró varias horas. Me quedé impregnada de una cultura tan distinta a la mía…El colorido, los olores intensos del mercado, los puestos callejeros de comida y un olor final a incienso que purificaba todo de forma ceremoniosa.
Nos marchábamos, los ojos de Rafaela tras los cristales: ¡Amiga lléveme con usted a España, no quiero vivir aquí, no tengo madre ni padre!
FRASES de Carmiña
“Disculpe, sale carro”, Así suavemente avisan de que hay que sacar el coche, y no : “se avisa grúa” o “prohibido estacionar”.
“Disculpe” o “sí, claro” o “sí, señora” en vez de “ aparte”, “no” o “sí, tía”…
La educación es formal pero luego la gente asesina y golpea.
No cuidan las cosas y se desentienden de la higiene o la alimentación. Indolencia y pobreza. Violencia y terror.
Grupos religiosos evangélicos machacan a la gente con canciones que instan a callarse y a joderse.
Así no volverá nadie a levantar cabeza.
En Xeó el lugar más pobre y castigado de la tierra beben en tazas con la efigie de Rios Montt.
Y en el corazón del caos de ciudad de Guatemala se lee el slogan , “muebles Deborah confían en Diós”
No se ve el rayo esperanzado de esa luz que sí nos anima cuando amanece.
A veces pienso que esta país es el reflejo de lo leido en el cementerio de Huahuatenango, “ver un cementerio es ver el mundo convertido en nada”.
Pero los niños simpre están riendo.
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